El 28 de enero escribí  un artículo  cuyo  título  fue:  “To Be or not to be” . En el mismo comentaba que Jesucristo nunca permitío que las personas o circunstancias de vida lo definieran.  Muchas fueron las luchas (en distintos escenarios), que tuvo que enfrentar y/o sobrellevar y aún así, no sufrió de crisis de identidad. ¡ Él sabia muy bien quien era !

En este mes de marzo («Mes Internacional de la Mujer»),  mucho se ha hablado (y seguimos  hablando) sobre aspectos relacionados a ésta celebración.  Cada cuál tiene su definición y su  opinión en cuanto a lo que es «Ser Mujer» y el rol que ésta debe desempeñar en la sociedad. Muchas han sido las fuentes de las cuáles se ha nutrido la humanidad, para llegar a dichas conclusiones. Una de éstas, la podemos ver en  el pensamiento filosófico  griego antiguo, que tanto se infiltró en el mundo occidental. Esta vertiente tenía una visión muy despectiva de las mujeres.  Para los famosos filósofos griegos; especialmente Aristóteles, la mujer era un ser sin alma, tan inferior como los animales, cuyo único destino era el de parir y darle continuidad a la raza humana. Ese paradigma hizo mella en el judaísmo del segundo templo y entre  los «Padres de la Fé» cristiana. Tristemente, el mismo prevaleció por MUCHOS siglos.

El sistema de liderazgo patriarcal y  el matriarcal tienen visiones encontradas. En uno la figura paterna toma el rol de autoridad y supremacía, en el otro se hace  lo contrario. La Mujer es vista como fuente de poder y de mayor jerarquía que el varón, tanto en ámbito social como gubernamental.  El feminismo tradicional nos ha presentado la figura feminil como una individuo  (a veces carente de características femeninas; las cuales muchas veces «demoniza») enemiga y  antagonista del hombre.

En un mundo post-modernista; cuya cosmovisión imperante es relativista, no hay o existen absolutos. Cada cuál es dueña(o) de su verdad; porque a fin de cuentas, desde este punto de vista,  la verdad es relativa. Vivimos, en medio de una humanidad que quiere vivir  como se  vivía en el pueblo de Israel durante  el tiempo de los Jueces: «Cada cuál hacía  según su propia opinión, según le parecía»….No en balde hay tantas personas en el mundo con problemas de identidad, viviendo  sin proposito de vida como si no hubiera un mañana. Sin embargo, independientemente de como las personas, las culturas, las sociedades, los gobiernos y sus leyes, las organizaciones e instituciones imperantes existentes, etc.; te quieran ver o definir, hay varios hechos innegables  que te definen como persona:

  • Fuiste pensada (o) y diseñada (o), con y por un propósito antes de la fundación del mundo. ¡ NO eres un accidente fortuito!!!
  • Fuiste creada/o a Imagen y Semejanza de Elohiym (Dios).
  • Dios mismo insufló en Tí, vída.
  • Tu  SEXO o Genitalia de nacimiento. Tu cuerpo se desarrolla y  te define biológica, mental  y emocionalmente acuerdo a esa unión de cromosomas XX o XY.

En mis primeros escritos (“REBELDE”,“Rebelde”- Parte II), les conté un poco de mi crianza; de lo que ví y viví tanto en mi casa , escuela y sociedad de esa época. Nací en la decada de los sesenta. (Siiiiii, tengo unos maravillosos cincuenta y «tantos» años)…Era aún un tiempo muy arduo para las mujeres. La violencia doméstica era un «asunto privado» entre la esposa y el esposo. La infidelidad masculina un galardón a la hombría. Los hijos/as eran responsabilidad absoluta de las madres. La publicidad giraba en torno a la supremacía del varón,  y  la sumisión de la mujer. Muchas eran educadas para el desempeño en el ámbito del hogar. Ser amas de casa era la máxima expresión de la femenidad. De acuerdo a la religión católica romana tradicional en la que crecí: ser hombre era casi ser «como Dios». Expresiones como : «Cuando el esposo habla, la mujer calla y obedece» era el undécimo mandamiento. En la gran mayoría de los hogares, las mujeres no  podían expresar abiertamente una opinión o pensamiento contrario a lo que los varones determinaban. Hacerlo podría conllevar una buena paliza, por insurrección y rebeldía.

En ese tiempo todas buscábamos un referente. Una guía o imagen de lo que era o representaba ser mujer. La televisión  nos presentaba sólo figuras de damas como amas de casa y las novelas radiales o televisivas: ¡ mujeres sufridas !.  El modelo católico de la virgen María era inalcanzable. El ejemplo de la mujer virtuosa de la Biblia (como nos lo enseñaban), era insoportable.  Entonces, ¿ Cuál podría ser nuestra guía más certera?

El  feminismo comenzaba a tomar auge. Muchos grupos comenzaron a formalizarse. El tema comenzó a hacerse familiar en las conversaciones femeninas. Las revistas y prensa escrita  escribían sobre estos temas, antes prohibidos. Aún recuerdo las imágenes en uno de los ejemplares de la Revista Time. Hubo una que entre otras, llamó grandemente mi atención. En ésa, varias damas tiraban sus sosténes (brasieres), en una gran torre llena de éstos. Luego,  la prendieron en fuego como una hoguera en el medio de una calle . Tal vez te preguntes porque quemarlos. Porque usarlos era impertaivo. Era parte del «Status Quo». No usar sostén (y muchas veces bustillo o refajo sobre estos), era «indecencia». Me imagino que para las damas adultas de esa década, este gesto era uno de «liberación»  y rebeldía…. Pero yo aún no entiendo el mensaje….Había que liberarse de la decencia o lo incómodo del sosten…???

El feminismo de entonces tuvo grandes victorias, pero también dejó grandes cicatrices.  (De eso hablaremos en algun otro momento). ….Y aunque largo (tan largo como son los veintiún siglos de vida de la humanidad), ha sido el camino transitado por la Mujer: EVA sigue  buscando una definición de su ser. ..ésa que aún no logra encontrar en las revistas de «Vogue», «Vanidades», o «Housekeping» . ¡ EVA sigue buscando un referente !!!

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s